Bogotá
El espacio anterior no cumplía con las características funcionales, por la carencia de una infraestructura adecuada que se adaptara a sus requerimientos. Era un espacio fraccionado, que no contaba con un filtro que permitiera controlar el acceso de los visitantes hacia las oficinas privadas.
condiciones ambientales y tecnológicas eran deficientes: el manejo acústico, la ventilación, la iluminación y los medios audiovisuales no respondían a los requerimientos de trabajo. La distribución de la sala de sesiones no proporcionaba una óptica adecuada para los invitados y medios de comunicación.
Proporcionar un espacio inteligente, a través de un mobiliario ergonómico, que incluyera capacidades de conectividad e instalaciones para cableado y sonido. Romper paradigmas en cuanto a las maneras de trabajar y a las tipologías de oficina tradicionales. Usar racionalmente el espacio donde primara la calidad vs. la cantidad. Desarrollar un prototipo o modelo de oficina, que pudiera ser aplicado a las demás comisiones.
Se definieron claramente las zonas para los distintos públicos con el fin de minimizar las interrupciones e interferencias de las sesiones. El manejo de la mesa de sesiones en forma de elipse, contribuyó a tener una mejor visibilidad de sus integrantes. Los elementos arquitectónicos complementarios, tales como los cielorrasos y la iluminación, tomaron como punto de referencia para su diseño la mesa de sesiones. El lenguaje de los materiales permitió mostrar un espacio contemporáneo pero a su vez sobrio, siendo consistente con la austeridad que se quería proyectar para una entidad del sector público.
