Chía
MEMORIA
Ubicada en una colina con vista a la sabana, la casa contrasta con el entorno con la contundencia geométrica de sus líneas y con la luminosa claridad de su fachada revestida en losas de mármol mate. Los clientes son una familia de gente muy joven vinculada al mundo de alta tecnología, que vive una gran parte de año en el exterior. La invitación era a proponer un diseño que le permitiera reunirse de una manera cómoda, descomplicada e informal durante sus temporadas de vacaciones. Aunque estricto en cuanto a la regulación de alturas y aislamientos, el condominio admite una amplia libertad en las posibilidades de expresión arquitectónica, lo que permitió plantear un esquema funcional amplio y abierto con apariencia contemporánea en el tratamiento de sus materiales y acabados.
Resuelta en tres pisos, tiene acceso por el nivel inferior a ras del parqueadero. En el semisótano resultante de la excavación del escalonamiento del terreno se ubicaron las zonas húmedas, con baño turco, sauna y sus servicios complementarios.
Tambien se puede entrar a la casa, subiendo por una escalera exterior adosada a la fachada lateral de mármol mate, lisa y cerrada como el casco de un barco. En el nivel principal, la primera sensación es de luz y vista, resultado de la trasparencia del espacio que ocupa la escalera de vidrio templado que comunica interiormente la casa.