Como un santuario de coleccionistas, conozca la oficina en Bogotá del arquitecto David Restrepo

Esta oficina en Bogotá de una reconocida firma de arquitectura, más que un espacio para trabajar es un museo de emblemáticas sillas del diseño mundial.

Una silla es funcional. No obstante, una de diseño trasciende esto, genera admiración y deseo. El escritor turco Orhan Pamuk –premio Nobel de Literatura en 2006– comenta en su libro El museo de la inocencia que acumular objetos alcanza el nivel de colección cuando hay una historia que los une. Este es el caso del arquitecto colombiano David Restrepo –fundador de la firma David Restrepo & Arquitectos–, que en su despacho de ladrillos de concreto abujardado, ventanales de vitroblock y losas de piedra arenisca, alberga una colección de cuarenta modelos representativos de grandes arquitectos, diseñadores y ebanistas.

Página opuesta. La silla roja Cloth, diseño de Jehs + Laub para la firma Cassina, está hecha de fibra de vidrio, relleno en espuma de poliuretano y tapizado de tela o cuero.

“Siendo estudiante de arquitectura, un día llegó mi padre y sacó dos sillas vienesas. Las observé y de inmediato las relacioné con lo que había visto en clase de historia: la villa Weissenhof, en Stuttgart –Alemania–, donde Le Corbusier y Walter Gropius tenían sus casas. Investigué y eran de Michael Thonet. A partir de ese momento entendí que la buena arquitectura siempre está relacionada con el mobiliario y que los grandes arquitectos diseñan las sillas para sus espacios. Comprendí que la calidad de un lugar no es solo sentirlo, también es vivirlo confortablemente sentado, de ahí mi interés y punto de partida para empezar la colección”, narra el arquitecto mientras recorre su taller de arquitectura en el norte de Bogotá, donde piezas originales de Alvar Aalto, Marcel Breuer, Le Corbusier, Ludwig Mies van der Rohe, Gerrit Thomas Rietveld, Borek Šípek, Charles y Ray Eames, Arne Jacobsen, Frank Gehry y Tom Dixon, entre otros, conviven con obras de arte y objetos únicos.

Un sello distintivo de la obra arquitectónica de David Restrepo es ese reflejo intrínseco del bagaje cultural e histórico que lo habita. Una conciencia de la importancia del espacio, los elementos que lo ocupan y
los actos que en él se llevan a cabo. Todo tiene un sentido y una relación entre sí. Esta filosofía de vida le da una razón de ser a esa necesidad de coleccionar piezas auténticas e inteligentemente elaboradas, entre estas las sillas de diseño.

En el descanso de la escalera está la sinuosa silla S, creación del reconocido diseñador británico Tom Dixon.
La silla Tre Pezzi, diseñada en 1959 por Franco Albini, se compone de un asiento curvado profundo, un respaldo en forma de anillo y un reposacabezas de media luna.

Respecto de su otra pasión, el arte de época, Restrepo afirma que en relación con su oficio de arquitecto esta otra afición le permite recrear historias escenográficas, espacios y momentos que ya no están,
pero que al encontrarlos y recuperarlos del olvido los reinterpreta y logra que cumplan un papel utilitario. Un ejemplo de esto son los dos portales dorados y coloniales que protagonizan su taller, que solía ser un anticuario y que él, junto con su equipo, remodelaron por completo. Se enorgullece de haberlos rescatado de las ruinas para darles nuevos usos desde lo que él considera su versión de la arquitectura contemporánea.

El diseño de la lounge chair, creada en 1956 por Charles & Ray Eames, ha perdurado a lo largo de los años como uno de los más significativos del siglo XX.

Su primera adquisición y cómplice del inicio de este hobby fue la Lounge chair, de Charles y Ray Eames –1956–, editada por Herman Miller, la cual lo acompaña en su despacho privado, ubicado en la cuarta planta de este edificio estilo townhouse. Más adelante vendrían otros clásicos, como la silla Wiggle, de Frank Gehry –1972–; la Zig Zag –1934– y la Red & Blue –1917–, ambas de Gerrit Thomas Rietveld; la S, de Tom Dixon –1991–; las Wassily, de Marcel Breuer –1925–, y la Tre Pezzi, de Franco Albini –1959–, entre muchas otras. La más reciente es la Cloth, de Jehs+Laub –2010–, sobre la cual Restrepo explica que, gracias a su plasticidad y configuración, moldeada por encima y por debajo, es muy cómoda y escultural.
Además de ser una pieza donde el revés forma parte de la estética.

Fabricada en 1917 por el ➔ arquitecto, diseñador y carpintero Gerrit Thomas Rietveld, la silla Red & Blue es un manifiesto del movimiento artístico neerlandés De Stijl.

Al preguntarle sobre cuál podría ser su siguiente adquisición, David responde que hay muchas piezas que quisiera tener, pero las sillas van relacionadas con el tipo de espacio donde van a permanecer y para la función que van a prestar: descansar, trabajar, socializar, comer, etc. Así que la próxima en su ya robusta colección será marcada por la necesidad del ambiente que tenga en mente o quizás alguna que lo enamore a primera vista. Mientras tanto, el arquitecto y su equipo trabajan, se inspiran y disfrutan desde este taller bogotano cómodamente sentados.

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