Bogotá
Este buffet de abogados está conformado por socios de distintas generaciones, con estilos de trabajo también variados (tradicionales o. vanguardistas). El reto de este proyecto consistía en buscar un balance entre sobriedad y elegancia, estilos clásicos y contemporáneos, y asegurar una perdurabilidad del diseño y de los materiales en el tiempo.
Se desarrolló una oficina privada para cada uno de los socios de la firma, donde cada uno quería transmitir su manera de trabajar y su identidad. En las áreas comunes se buscaba el equilibrio anteriormente mencionado. Sobre una planta libre rectangular de 525 m2 conformada en la zona central por los servicios de baterías de baños, se estructura una distribución de oficinas privadas y semiprivadas sobre el perímetro de las fachadas buscando las mejores condiciones ambientales para los usuarios, visuales, iluminación y ventilación. Se crearon zonas de atención al cliente, por medio de salas de reuniones donde existía un ambiente muy intelectual, procurando que no interfirieran con las zonas de concentración.
Para lograr el equilibrio dentro del lenguaje buscado, se utilizaron materiales tales como el granito, el cuero y la madera, como elementos que proyectan solidez, permanencia, calidez y elegancia.