Bogotá
El Autorregulador del Mercado de Valores (AMV), nace como un organismo independiente para todas las entidades intermediarias del mercado de valores, como bancos, fiduciarias, fondos de pensión entre otras. El objetivo de este organismo es el de impartir vigilancia, disciplina y crear normatividad con respecto a lo que sucede en el mercado bursátil.
El diseño para las oficinas de AMV tiene una idea precisa: Transparencia. Este es el punto de partida desde el cual se desarrolla todo el proyecto y que se expresa a través de una planta de lectura clara en la cual el elemento predominante es la rueda de transacciones, es allí donde se enfocan las actividades de vigilancia e investigación del mercado, determinantes para el funcionamiento de este organismo y alrededor de las cuales se organiza el área directiva y operativa que le dan soporte a esta.
El área directiva y de subdirectores ubicadas hacia los costados oriental y occidental continúan con el lenguaje claro a través del manejo de materiales que además permiten la diferenciación de actividades sin afectar la “claridad espacial” deseada. Además de la rueda, la oficina del Rector del Mercado también constituye un punto de tensión para todo el conjunto, su ubicación le proporciona una visual sobre todo lo que ocurre, además de permitirle una estrecha relación con el área de investigación y con lo que sucede en el mercado a través de las pantallas de Bloomberg.
